Saturday, March 05, 2005

Los Ascor

Breve comentario sobre la magnífica ceremoña que tuvo lugar en la meca del 7º arte. (No, no se trata de la entrega de los goya señor Resines, otra vez será...)
Esta noche, un año más, nuestras miradas se dirigirán hacia el oeste, y el bosque sagrado nos inundará con su acostumbrada sabiduría.
En efecto, las estrellas del celuloide resplandecerán en la ceremonia más carismática y glamourosa del mundo y nosotros tenemos la oportunidad de verlo. Yo personalmente me sentaré en el porche de mi casa con una buena ración de sabrosas palomitas à la graise de porc a saborear el néctar de la gran pantalla.
Escribo estas líneas para recordar que el cine no es sólo el burdo entretenimiento de unas masas embrutecidas, sino el vehículo más poderoso que existe para transmitir los inmutables valores de nuestra civilización. Resulta paradójico que esta responsabilidad caiga en los hombros de unos pocos elegidos, en su mayoría analfabetos adictos al colesterol sin depurar, pero es posible que en su simpleza radique la verdadera esencia de esta nuestra cultura.

El oscar es pues un símbolo de unión, es toda la humanidad (civilizada) cantando al son de un espíritu fuerte como el mezcal en salsa de napalm... es hora de una reflexión: somos lo suficientemente maduros como para tomar el relevo de nuestros ancestros? Pues nosotros, al seguir esta humilde tradición de vasallaje, hemos de reafirmar la ilusión por recuperar un mundo mejor, un mundo donde la verdad guíe nuestras acciones y el honor sea nuestra bandera. Es posible que tengamos que renunciar a algunas cosas en el camino, pero merecerá la pena dejar salir al oscar que llevamos dentro.

El cine de hoy nos educa con renovado vigor, los valores que antaño forjaron las columnas del coliseo vuelven a estar presentes en nuestra vida cotidiana. Este año hemos soñado con asombrosas epopeyas épicas, aventuras que nos narran con precisión la dualidad del ser humano, la eterna lucha entre el bien y el MAL que acecha entre las sombras. Son películas hechas para forjar héroes que defiendan nuestras mujeres y que cultiven con esmero nuestros campos de plutonio y pólvora con justificada severidad; en efecto, en estos aciagos días se necesitan personas de coraje inquebrantable, que puedan tomas las decisiones que nosotros (cegados por nuestra debilidad) no hemos sabido tomar a tiempo. Pero tampoco olvidemos a nuestras heroínas, siempre dispuestas a ofrecernos su maternal abrazo cuando el deber nos arranque de su lecho, y que estén dispuestas a esperar hasta marchitarse a que el soldado regrese con un collar hecho con orejas de niños moros y la cabellera de algún dictadorcillo de segunda; para brindar con hectolitros de zarzaparrilla.

Y es que el oscar es el Cid coño! (y Bush brinda con MeccaCola)...





1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Oscars, Césars, Goyas, etc... Qué más da. Todas son iguales. Las fiestas endogámicas o "la chupada de polla colectiva", no son exclusivas de unos pocos, ni siquiera de un único sector. El mundo de los "artistas", músicos, pintores, escultores, escritores, diseñadores, fotógrafos, meretrices y pajilleros en general lo demuestra constantemente y lo materializa en constantes exposiciones, proyecciones, tertulias, cafés teatro y salas alternativas (Alternativo, que maravillosa palabra, al igual que metrosexual) que bajo mi humilde punto de vista y con alguna escasa excepción, destilan grandilocuencia y pretenciosidad o dicho en otras palabras, para que la burda masa lo entienda, son “un quiero y no puedo” que no deja de ser una celebración de pobres simios, la mayor de las veces y como nos pasa al noventa y nueve por ciento, sin talento. Volviendo a las grandes celebraciones, las de los estados, cualquiera es capaz de organizarlas, y así es, la única diferencia es la cantidad de euros o dólares que inviertas en ello para que tengan "glamour" o apesten a rancio. Para terminar. No le deis tanta importancia al cine. De verdad, no merece la pena. La gente no va. Prefiere la Tv, que es gratis y además está sembrada de pequeños intermedios, cada dos por tres, donde se les dice lo que deben o no hacer.

P.D.:
Yo, personalmente, prefiero las pulseras confeccionadas con testículos de moro.

3:55 AM  

Post a Comment

<< Home


Estadisticas web